El observatorio LIGO en EE UU ha conseguido detectar por
primera vez las ondulaciones en el tejido del espacio-tiempo, llamadas
ondas gravitacionales. El descubrimiento confirma una predicción de la
teoría de la relatividad de Einstein y abre una nueva vía para
investigar el universo. La primera onda gravitacional observada se llama
GW150914, y los científicos piensan que es fruto de la fusión de dos
agujeros negros.
Los físicos han llegado
a la conclusión de que las ondas gravitacionales detectadas fueron
producidas durante la última fracción de segundo de la fusión de dos
agujeros negros para producir un solo agujero negro más masivo en
rotación. Esta colisión había sido predicha pero nunca antes se había
observado.
Las ondas gravitacionales son oscilaciones del espacio-tiempo
originadas en algunos de los fenómenos más violentos del cosmos, como
colisiones y fusiones de estrellas masivas compactas. Su existencia fue
predicha por Einstein en el año 1916, cuando demostró que los objetos
masivos acelerados debían distorsionar el espacio-tiempo en forma de
radiación gravitacional que se alejaba de la fuente.
Estas
oscilaciones viajan a través del universo a la velocidad de la luz,
llevando consigo información sobre sus orígenes, así como inestimables
pistas acerca de la naturaleza de la gravedad misma. Estas ondas
proporcionan datos sobre los sus dramáticos orígenes y sobre la
naturaleza de la gravedad que no puede obtenerse de otra manera.